...los pies en la arena de la playa la noche de "san joan", el viento sobre mi cuerpo en lugares de gran altitud, la paz en mi interior mientras tumbada en el cesped escuchaba las risas de quienes se acababan de conocer, reencuentros con personas q marcaron mi pasado, conocer mejor a gente q quizás marque mi futuro...
... el sentirme pequeña, sin preocupaciones, en lugares inmensos desconocidos para mi, sentir la energía de cuanto me rodea, y dejar la mente vacía para ser llenada de nuevas experiencias y sensaciones...
... vamos, un pequeño viaje, q espero tardar en olvidar... BCN guardame un hueco para mi.
Estos días he tenido tiempo para reflexionar, y al mismo tiempo para expansionarme y dejar de pensar, y me ha sido más positivo lo segundo.
Primero estuve con la varicela (a mi edad, vaya tela), y después en un miniviaje a Barcelona q me ha venido muy bien.
Lo primero, me llevo a días para no pensar (los de la fiebre), seguidos de días de comerme la cabeza hasta niveles insospechados, elevando los hechos hasta más allá de los mismos, y sintiéndome cada vez peor.
El viaje, sin embargo, ha sido sencillamente genial: tiempo para no pensar, para sentirme como una niña pequeña, vamos un renacer.
Este no pensar me ha dado fuerzas para seguir adelante, para ver las cosas de otro modo, para sentir q hay más mundo más allá de cualquier problema, vamos lo q necesitaba realmente.
Durante esos días he roto el vaso q creía no tener, pero tenía puesto hasta el fondo, lo q no sé, es si realmente esta roto del todo, o si me acecha en algún rincón para volver a caer sobre mí, distorsionando cuanto tengo alrededor.
Mi próximo post recreará brevemente este viaje, pues creo q merece una mención para no ser olvidado.
Yo creo q cada persona tiene su talón de aquiles, su punto débil el cual si se toca hace se hunda sin más.
A casi todo el mundo le ha pasado algo en algún momento de su vida, que le ha hecho pasarlo muy mal, pero q al superarlo, le ha hecho sentirse más fuerte, y en parte le ha formado como persona.
Estos acontecimientos, especialmente si han sido muy duros suelen aparcarse a un lado, hasta el punto de casi desaparecer en el olvido, sin embargo, siguen ahí, latentes, y si por cualquier motivo ocurriese algo q hiciera sentir que todo vuelve a empezar, pufff, hacen q esa persona fuerte pasa a tambalearse, sin q los demás logren explicarse el porque.
En esos momentos, si el tema persiste, llega la confusión, ya q los pilares q te han formado tal y como eres empiezan a tener pequeñas grietas en sus bases.
Pero aún así, lo realmente peligroso es cuando te pones es vaso encima, lo cual hay q tratar de evitar por cualquier medio. Para mí el vaso es una forma muy gráfica de explicar lo q uno siente cuando está deprimido, pq en esos momentos, no se ve la realidad tal y como es, sino como si te pusieran un vaso encima, y fueras tan pequeñita como para coger dentro.
En tu vaso ves la realidad deformada por la forma del mismo, y además no percibes los olores, no escuchas con claridad... vamos q cuanto te ocurra lo interpretarás en el mismo sentido negativo, sin objetividad en absoluto.
Yo estos días estaba dentro de mi vaso, me habían sugerido q "debía cambiar mi personalidad" en el momento en q más bien me sentía conmigo misma, y de repente, hablo con alguien del pasado, alguien q no está cerca físicamente, pero q sé q tengo ahí, una persona de las q me conoce hasta el último detalle de mi misma, quizás hasta más q yo misma, y me dice:
"no lo permitas, además cuando te hagan sentir así piensa en nosotros, pq nos gustas tal y como eres"
"ahhh y ni se te ocurra cambiar"
Y claro, ha sido como un soplo de aire fresco q ha volcado mi vaso de golpe, así q... lo volveré a guardar en el armario y trataré de analizar la realidad tal y como es, sin deformaciones.
Siempre he pensado que soy un poco "dual", refiriendome a que me gusta vivir entre dos mundos, para así cuando me ocurre algo en uno de ellos, poder refugiarme en el otro, quizás sea rara pero es así.
De pequeña, era en el lugar donde iba todos los años a veranear, me gustaba tener mi vida normal, mis amigos... pero me encantaba recibir cartas (por entonces aún escribía a mano, y no por email) de todos los amigos del verano, para así vivir a la vez en mi día día y ese mundo perfecto de situaciones intensas que se mantenían desde lejos.
Todos estábamos muy en contacto, pendientes de nuestras vidas, y después cuando nos reuníamos, todo se vivía de otra manera, la cual envidiaba durante el resto del año, sin embargo, todos crecimos y poco a poco esa sensación tan especial se fue disipando, hasta prácticamente desaparecer, siguiendo más o menos en contacto (cada vez más a lo lejos), pero sin ser lo mismo en absoluto.
Entonces... cuando ya mi dualidad había casi desaparecido... me alcanzó de nuevo, exactamente cuando me fui a estudiar fuera. Así, los fines de semana me reunía con mis amigos de mi pueblo, y entre semana convivía con mis nuevas amistades, las cuales eran sin duda mucho más parecidos a mi.
Digamos que hasta ese momento siempre había ido con la gente de siempre, y me sentía el "bicho raro" entre el rebaño: yo tenía mis propios gustos musicales, mi manera de vestir diferente a los demás, y... otra manera de ver la vida, mientras q los demás pensaban al unisono al ritmo de la sociedad.
Por eso, cuando al empezar a estudiar y vivir fuera de mi entorno normal, descubrí un mundo nuevo, lleno de gente diferente entre sí, y conseguí desarrollarme más a mi misma, y... por que no decirlo, ser feliz.
Después terminé la carrera, y en una lucha insconciente por no perder mi dualidad, decidí buscarme la vida y quedarme trabajando allí, donde había pasado mis mejores momentos, aún sabiendo que toda estas personas a las que tanto quería, iban a volver cada uno/a a su nido, pues tras la carrera casi nadie iba a seguir alli.
Por entonces mi otro mundo también había evolucionado, y también en el otro campo había mejorado bastante. Digamos que había encontrado más almas afines también en mi pueblo, en mi "mundo de fines de semana", y esta gente me hizo estar mu bien. Incluso, en momentos en los que mi "mundo de entre semana" se tambaleaba, llegaba a pensar si realmente merecía la pena fundir ambos mundos y volver a mi casa con mis padres y mis amigos de allí, los de "fines de semana".
Sin embargo, mi interior me obligaba a mantener mi dualidad, quizá porque en parte es parte de mi misma.
Ahora viene realmente la cuestión de buscarme a mi misma: en estos momentos, en los que me he quedado contando, me encontraba en uno de los mejores momentos de mi vida. Ya no se me quedaba grande mi "mundo de entre semana", parece que por fin un trabajo estable, y gente con la que compartir momentos de mi vida, tanto en un lado como en el otro, y... de repente, me entero de que la gente a la que más aprecio, con los que más confiaba y más identificada me sentía, ocultaban algo con respecto a mí, que acaban por decirme bastante tiempo después:
ME PIDEN QUE CAMBIE ASPECTOS DE MI PERSONALIDAD, que el ser tan extrovertida me "puede dar problemas", y me echan en cara situaciones que ni recuerdo, a ver.... ¿cómo se come esto? pues con
decepción
dudas
miedo
indecisión
...
porque lo peor es que me gusto tal y como soy, y una parte de mi me dice "tu eres así, y a quien no le guste que no mire", pero la otra dice "si te lo dicen tus amigos de verdad por algo será", y te contesta la primera "o es q no serán tan amigos de verdad como creías"... y así continuamente hacia la desesperación.
Bueno, ya continuaré con mis divagaciones, de momento me voy a dormir que ya toca.